Una smart city es una ciudad inteligente que integra las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras haciéndola así más eficiente y vivible en beneficio de sus habitantes y empresas.
Según la Comisión Europea, una ciudad inteligente se traduce en:
- Redes inteligentes de transporte urbano
- Mejora de las instalaciones de suministro de agua y de alcantarillado
- Formas más eficientes de iluminar y calentar los edificios
- Una administración municipal más interactiva y receptiva
- Espacios públicos más seguros
En otras palabras, una ciudad inteligente y sostenible utiliza las tecnologías de la información y la comunicación (ICT, por sus siglas en inglés) para mejorar la calidad de vida, la eficiencia y la competitividad, garantizando al mismo tiempo que responde a las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
Según la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), la definición de smart city incluye elementos como la conectividad a Internet doméstica generalizada y el Wi-Fi en zonas públicas, así como infraestructuras inteligentes, Smart meter eléctricos, datos abiertos y una administración electrónica.