Vehículos con conducción autónoma en las calles, movilidad compartida (coches, scooter y bicicletas compartidos), puntos de recarga bidireccional de coches eléctricos, sensores ambientales, aparcamientos, semáforos y alumbrado público inteligente. Es el futuro del transporte en la ciudad inteligente. Por ejemplo Kansas City, en Estados Unidos, cuenta desde hace años con un sistema de iluminación adaptativa con cámaras de vigilancia instaladas en los faroles que les facilitan a los ciudadanos datos en tiempo real sobre tráfico, aparcamientos, peatones en tránsito y situaciones de peligro.