El alumbrado público LED ofrece muchas ventajas. Es sostenible y rentable porque dura más y consume menos energía con respecto a sus equivalentes convencionales, como las luces incandescentes, halógenas o fluorescentes. A continuación, explicamos algunos beneficios del alumbrado público LED.
Cómo el alumbrado público LED impacta de forma positiva en la sostenibilidad de las ciudades
El alumbrado público LED puede ayudar a las ciudades a volverse más sostenibles al reducir su huella de carbono, gracias a un menor consumo de energía. Además, los sistemas de iluminación LED pueden integrarse con las tecnologías inteligentes para reducir costes, ahorrar energía, y hacer que la infraestructura del alumbrado público sea más versátil, flexible y eficiente.

Eficiencia energética del alumbrado público
Las luces LED son energéticamente eficientes porque irradian muy poco calor, de modo que requieren mucha menos energía para emitir la misma cantidad de luz respecto a sus equivalentes convencionales. Esto resulta más claro si lo comparamos, por ejemplo, con las bombillas incandescentes que liberan el 90% de su energía en forma de calor, o con las fluorescentes que sueltan cerca del 80%. Las luces LED son, por tanto, entre un 40 y 60% más eficientes energéticamente que las tecnologías de iluminación tradicionales.
Menos emisiones

Otra de las ventajas del alumbrado público LED es que consume menos energía y, en este sentido, genera menos emisiones que sus equivalentes convencionales. Si reemplazáramos solo en el territorio de EE. UU. la iluminación pública con bombillas de LED, se reducirían las emisiones de carbono en una cantidad equivalente a lo que supondría sacar de la circulación por carretera 8,5 millones de coches durante todo un año, según datos del Banco Mundial.
Más durabilidad
Otro beneficio del alumbrado público LED es que duran más tiempo: los productos de iluminación LED duran más que las luces convencionales. En concreto, las bombillas LED duran de tres a cinco veces más que las luces fluorescentes y 30 veces más que las incandescentes.
Alta reproducción cromática
La alta reproducción cromática del alumbrado público LED es capaz de similar la de la luz natural y presentar los colores de forma más realista. Esto ayuda a los conductores y peatones a identificar mejor los objetos durante la noche, mejorando la seguridad del tráfico y las condiciones de la carretera.
Inicio rápido
Las lámparas incandescentes necesitan de 0,1 a 0,2 segundos para encenderse. Las lámparas de descarga de gas, como las de sodio de alta presión y las de halogenuros metálicos, tardan un lapso de tiempo que va desde decenas de segundos a 10 minutos para que se dé una salida de luz estable. Además, una vez apagadas, tardan de 3 a 6 minutos en enfriarse antes de volver a reiniciarse. En cambio, las luces LED solo tardan decenas de nanosegundos en encenderse; además, no se requiere un tiempo de espera para reiniciarse, y pueden funcionar normalmente en un estado continuo de encendido y apagado.