Las
lámparas incandescentes necesitan de 0,1 a 0,2 segundos para encenderse. Las lámparas de descarga de gas, como las de sodio de alta presión y las de halogenuros metálicos, tardan un lapso de tiempo que va desde decenas de segundos a 10 minutos para que se dé una salida de luz estable. Además, una vez apagadas, tardan de 3 a 6 minutos en enfriarse antes de volver a reiniciarse. En cambio, las luces LED solo tardan decenas de nanosegundos en encenderse; además, no se requiere un tiempo de espera para reiniciarse, y pueden funcionar normalmente en un estado continuo de encendido y apagado.