La sostenibilidad es capaz de reducir desigualdades y aumentar la inclusión social de formas diferentes. Una de ellas es a través de la legislación, con leyes que potencien el
desarrollo urbano inclusivo, controlando el crecimiento demográfico y los cambios para así reducir la contaminación; con regulaciones que protejan los recursos naturales, creen
comunidades locales sostenibles y
mejoren la calidad de la vida de todos, incluidas las
personas vulnerables y aquellas que tienen
discapacidades.
Hacer de la inclusividad una elección nos lleva hacia un proceso moral en el que las empresas sostenibles, como Enel X, ofrecen productos y servicios diseñados para todos. De hecho, la
sostenibilidad es el pilar fundamental que estructura todo el ecosistema de negocios de Enel X. Un elemento clave de este motor es la
inclusión social, es decir, la idea de crear
productos y servicios que sean accesibles y que todo el mundo pueda usar ─incluyendo a las personas con discapacidades y aquellas más vulnerables social o económicamente─ para
aumentar su calidad de vida y generar un
valor compartido por todos.