Las comunidades energéticas que se centran en la creación y distribución de energía renovable se denominan Comunidades Energéticas Renovables (CER). Más concretamente, una comunidad energética renovable es un grupo de ciudadanos, actividades comerciales, administraciones públicas locales y pequeñas y medianas empresas que se reúnen para producir, intercambiar y utilizar energía producida a partir de fuentes renovables a escala local.
Las comunidades energéticas en la Unión Europea se crearon a través del «paquete de energía limpia para todos los europeos» de la UE. Adoptado en 2019, el paquete introdujo el concepto de comunidades energéticas en su legislación, en particular como comunidades energéticas ciudadanas y comunidades energéticas renovables.
Además de permitir la producción compartida de energía, estas comunidades también tienen como objetivo mejorar la flexibilidad de la red a través de la respuesta a la demanda distribuida y los servicios de almacenamiento proporcionados por las propias comunidades.
El objetivo de las Comunidades Energéticas Renovables es compartir los beneficios derivados de la generación de energía renovable dentro del área local donde opera la CER. La creación de una comunidad energética renovable ayuda a descentralizar la distribución de energía, promoviendo a su vez un modelo de producción y consumo de energía más sostenible. Además, según la Comisión Europea, estas comunidades «contribuyen a aumentar la aceptación pública de los proyectos de energías renovables y facilitan la atracción de inversiones privadas en la transición hacia una energía limpia. Al mismo tiempo, tienen el potencial de proporcionar beneficios directos a los ciudadanos mediante el aumento de la eficiencia energética, la reducción de sus facturas de electricidad y la creación de oportunidades de empleo local».
Los participantes de una CER pueden formar parte como:
productores-socios, que reciben una parte de las subvenciones reservadas a las CER, lo que les ayuda a amortizar la inversión en el sistema renovable en pocos años;
consumidores-socios, que reciben una cuota de subvenciones por el simple hecho de consumir la energía, sin incurrir en ningún coste;
miembros productores y consumidores, que obtienen los beneficios que disfrutan tanto los miembros productores como los miembros consumidores.
¿Cómo funciona una comunidad energética?
¿Cuáles son las ventajas de una comunidad energética?
1. medioambientales, porque al fomentar la producción de energías renovables a nivel local, las comunidades energéticas pueden generar reducciones de las emisiones de CO₂;
2. económicas, porque los miembros pueden obtener incentivos por la creación de comunidades energéticas. En Italia, pueden ascender a 119 euros/MWh durante 20 años por la energía compartida entre los miembros de la comunidad. Además, el 100 % de la energía generada se vende al operador de la red de Italia (GSE) a precios de mercado establecidos por la Bolsa de Energía nacional. Los beneficios se asignan proporcionalmente en función de la energía generada (miembros productores) y de la energía compartida (miembros consumidores). Por lo tanto, todos los miembros de la CER participan en los beneficios económicos globales;
3) en la red, ya que al producir y distribuir la energía producida localmente, una comunidad energética puede reducir la pérdida de energía a la red que se produce cuando la energía tiene que recorrer distancias mayores;
4) sociales, porque todo el mundo puede formar parte de una comunidad energética, incluso los consumidores que no tienen medios para montar un sistema de energía renovable por su cuenta. Todos los miembros de la comunidad reciben los beneficios al formar parte de ella. Además, la pertenencia a una comunidad energética ayuda a educar y concienciar a los ciudadanos (particulares, empresas y ciudadanos) sobre la sostenibilidad urbana y la importancia de los recursos naturales, así como promueve la conservación de la energía y su uso eficiente.
Ejemplos de comunidades energéticas en Europa
¿Cuál es la normativa relacionada con una comunidad energética?
También incluía «principios y normas comunes para los sistemas de apoyo a las energías renovables, los derechos a producir y consumir energía renovable y a establecer comunidades energéticas renovables...». Y establecía normas para «eliminar barreras, estimular las inversiones e impulsar la reducción de costes en las tecnologías de energías renovables, y capacita a ciudadanos, consumidores y empresas para participar en la transformación hacia energías limpias».
Por último, está la «Directiva (UE) 2019/944 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 5 de junio de 2019, sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad». En ella, se establece el marco jurídico para proteger a estas comunidades y darles un trato igualitario en el Derecho de la UE, consagrando el principio –en el artículo 46 del preámbulo– de que dichas comunidades «deben poder operar en el mercado en igualdad de condiciones sin falsear la competencia, y los derechos y obligaciones aplicables a las demás empresas eléctricas del mercado deben aplicarse a las comunidades energéticas de ciudadanos de manera no discriminatoria y proporcionada». El artículo 16 de la directiva establece las protecciones para estas comunidades y las normas y reglamentos que rigen su funcionamiento a escala de la UE.