¿Por qué es importante la transición energética?
¿Cuáles son los beneficios de la transición energética?
- la creación de nuevos empleos ya que, según el PNUD, la transición energética podría dar lugar a la creación de 30 millones de nuevos puestos de trabajo;
- el respaldo al desarrollo sostenible;
- las mejoras en la salud reduciendo la contaminación;
- la generación de crecimiento económico;
- la creación de nuevas oportunidades de inversión en «tecnologías verdes»;
- la reducción del derroche en subvenciones –unos 423 000 millones de dólares anuales– que los gobiernos pueden destinar a otros servicios para mejorar la vida de los ciudadanos;
- la reducción de las catástrofes naturales inducidas por el cambio climático, ya que la reducción de las emisiones de carbono en un 45 % para 2030, y luego a cero neto para 2050, mantendría el calentamiento global a no más de 1,5 °C por debajo de los niveles preindustriales, garantizando que los impactos del cambio climático –como el aumento del nivel del mar, las inundaciones, los incendios forestales, las sequías y las temperaturas más altas– no se agraven en comparación con el presente;
- el acceso a un aire más limpio, lo que reduciría las enfermedades causadas por la contaminación, aportando importantes beneficios para la salud;
- el respaldo a la conservación de los recursos naturales, protegiendo así la biodiversidad que sostiene la vida en el planeta tal y como la conocemos;
- la reducción de la exposición a las fluctuaciones de los precios de los combustibles fósiles derivadas de la geopolítica, lo que se traduce en un suministro de energía a precios más fiables y ayuda a las empresas y a las familias a planificar el futuro.
En general, el impacto de la transición energética va mucho más allá del medioambiente y afecta a casi todos los aspectos de la sociedad.
¿Qué significa la transición energética para la sociedad?
Las ventajas de la transición energética para la sociedad ofrecen una enorme oportunidad para impulsar el bienestar económico sostenible, el crecimiento del empleo y el desarrollo social de las comunidades implicadas.
La evolución de las tecnologías renovables creará puestos de trabajo «verdes» completamente nuevos que compensarán con creces los que se pierden en los sectores tradicionales de los combustibles fósiles, según el informe Perspectivas de la Energía en el Mundo 2021 de la Agencia Internacional de la Energía, que calcula que podrían crearse un total de 13 millones de nuevos puestos de trabajo de aquí a 2030.
La transición energética, tras una inversión inicial, puede reducir la factura energética y los costes industriales, liberando así capital para invertir en otros ámbitos, como los modelos de negocio y desarrollo sostenibles.
La inversión en proyectos sostenibles y la aplicación de modelos de economía circular como parte de la transición energética pueden ser una herramienta para la igualdad social, y una forma de reequilibrar la justicia entre partes del mundo que se encuentran en diferentes etapas de su desarrollo. La transición energética es una oportunidad única para hacer frente a la pobreza energética, en la que las personas no pueden garantizar una calefacción (o refrigeración) adecuada de sus hogares o un suministro adecuado de energía para usos domésticos.