La definición de eficiencia energética es simplemente utilizar menos energía para realizar la misma tarea o producir el mismo resultado. El objetivo es eliminar el derroche de energía. Cuando un hogar o un negocio son energéticamente eficientes, utilizan menos energía para calefaccionar, refrigerar y hacer funcionar electrodomésticos y aparatos electrónicos. Una fábrica energéticamente eficiente utiliza menos energía para producir bienes. Cuando se trata de combatir el cambio climático, la eficiencia energética es una de las formas más fáciles y rentables de lograr cero emisiones netas de dióxido de carbono a través de la descarbonización. Y, dado que su objetivo es eliminar el derroche de energía, la eficiencia energética reduce los costes.
La definición de eficiencia energética puede implicar el cálculo de la relación entre la producción de un rendimiento (por ejemplo, calefaccionar un edificio), un servicio (como el transporte público) o bienes (textiles, por ejemplo) y el gasto energético. Para una definición económica amplia de eficiencia energética, el PIB suele compararse con el uso de energía para medir lo que economistas y gobiernos llaman “intensidad energética” (medido, por ejemplo, en kilovatios-hora por euro).
¿Cómo mejorar la eficiencia energética de las empresas?
Entre el incremento de los costes de la energía y la difusión de los objetivos de calentamiento global, la eficiencia energética es ahora más importante que nunca para las empresas. Afortunadamente, hay muchas maneras de mejorar la eficiencia energética, con la correspondiente reducción de los costes. Alcanzar la eficiencia energética requiere una inversión inicial de esfuerzo y de dinero, pero el ahorro de costes a largo plazo compensará el desembolso realizado a lo largo de los años. A continuación, te contamos cómo se puede mejorar la eficiencia energética.
- Auditoría energética: el primer paso para mejorar la eficiencia energética es realizar una auditoría energética. Al igual que una auditoría financiera, analiza los niveles de consumo de energía y cómo se pueden optimizar. La auditoría comienza con un diagnóstico o una fase de análisis para obtener una evaluación global de cosas como cargas máximas, fugas, equipos de absorción de energía e iluminación ineficiente. En función de los resultados de la auditoría, los sistemas de calefacción y electricidad pueden modificarse para que sean más eficientes y puedan monitorizarse en el futuro.
- Sustituir los equipos actuales por otros más eficientes: muchos países aplican ahora etiquetas de “clase energética” a electrodomésticos y equipos, lo cual facilita la sustitución de neveras, calentadores, enfriadores y otros equipos más antiguos y menos eficientes por otros más modernos y eficientes. El uso de ordenadores portátiles y de luces LED son otros ejemplos de cómo los equipos pueden mejorar la eficiencia energética.
- Cambiar a inteligente: los termostatos inteligentes y la iluminación que se autorregula según la ocupación del edificio eliminan los derroches. Los dispositivos inteligentes también facilitan la monitorización del consumo en tiempo real, lo que ayuda a las empresas a entender mejor cómo, dónde y cuándo consume más.
- Compromiso de los empleados: cualquier plan de eficiencia energética eficaz funciona mejor con la participación del personal. Es esencial lograr que se involucren en acciones diarias, tales como bajar los termostatos en invierno y subirlos en verano.
- Instalar generación de energía renovable: las fuentes de energía renovable como los paneles solares se pueden combinar con el software del Sistema de Gestión de Energía (SGE), que los hace más eficientes. Una vez recuperados los costes de instalación, la energía renovable genera ahorros y contribuye a alcanzar los objetivos del cambio climático.
- Hacer que los edificios sean más eficientes mediante el aislamiento: el control de la temperatura es uno de los mayores gastos de energía, por lo que la eficiencia energética comienza con la reducción de las pérdidas de calor o de refrigeración. La protección contra la intemperie de una oficina o fábrica es fundamental para lograr la eficiencia energética.
¿Cómo se puede monitorizar el consumo de energía?
La monitorización del consumo es el primer paso hacia la eficiencia energética. Un Sistema de Gestión de Energía es una plataforma digital que permite a las medianas y grandes empresas recopilar, analizar y comparar en tiempo real los datos sobre el consumo de electricidad, gas y agua en todos sus sistemas. El software le avisa al usuario cuando los niveles de consumo se mueven por encima o por debajo de un umbral definido, y puede sugerir automáticamente los pasos a seguir para optimizar el consumo y el gasto. Por esta razón, un SGE es una “plataforma de eficiencia energética” que ayuda a una empresa o negocio a alcanzar sus objetivos de eficiencia energética. Un Sistema de Gestión de Energía inteligente, también puede detectar cualquier fallo en tiempo real e indicar qué medidas de ahorro de energía resolverán el problema.
Además, puede proporcionar indicadores clave de rendimiento (KPI), tales como patrones relacionados con áreas específicas de consumo de energía, intensidad de uso de energía y otros indicadores, que pueden ser útiles para establecer objetivos energéticos. Un SGE se puede complementar con otras herramientas analíticas que son útiles para monitorizar el consumo de energía y mejorar la eficiencia. Los asesores o consultores especializados en energía pueden ayudar a las empresas a desarrollar e implementar una estrategia de eficiencia energética. Otras herramientas analíticas están diseñadas específicamente para ayudar a las empresas a combatir el cambio climático, pero también son útiles para la monitorizaición de la energía. Un informe de sostenibilidad informa a los stakeholders, dentro y fuera de la empresa, sobre los pasos concretos que está adoptando para reducir las emisiones y que generalmente incluyen la eficiencia energética. Establecer objetivos basados en la ciencia para alcanzar las Cero Emisiones Netas casi siempre incluye pasos para reducir el desperdicio de energía y mejorar la eficiencia. Por último, organizaciones sin ánimo de lucro como Carbon Disclosure Project, dedicada a ayudar a las empresas a alcanzar sus objetivos climáticos y la eficiencia energética, pueden ayudar con las hojas de ruta y la experiencia técnica.
¿Cuáles son las ventajas de un sistema de gestión energética?
Debido a que monitoriza el uso de la energía en tiempo real, un Sistema de Gestión de Energía proporciona un beneficio en la mejora de la eficiencia energética. De hecho, la mayoría de las empresas gastan miles de euros en sus facturas de energía sin saber qué factores están contribuyendo al consumo excesivo o en qué áreas de la producción pueden enfocarse para reducir el derroche y las emisiones contaminantes. Un software SGE realiza «sugerencias» de optimización y eficiencia para ofrecer un consumo eficiente, inteligente y más sostenible.
Un SGE proporciona varios servicios beneficiosos. Destacamos algunos de ellos:
- Monitoriza de forma remota el consumo las 24 horas del día, de modo que el usuario pueda intervenir inmediatamente para mantenerse dentro de los parámetros necesarios para alcanzar los objetivos;
- Realiza comparaciones entre los gastos de energía en las diversas áreas de la empresa que ayudan a solucionar problemas de desperdicio energético para mejorar el rendimiento;
- Efectúa previsiones de consumo y de costes que facilitan la planificación de las fluctuaciones, evitando así las horas punta;
- Confecciona análisis comparativos que ayudan a una empresa a adoptar las mejores prácticas en comparación con sus competidores.
Todos estos servicios se traducen en beneficios energéticos y de ahorro financiero. Esto, a su vez, facilita que las empresas se aproximen a los objetivos de sostenibilidad, que ahora se consideran vitales para cualquier negocio exitoso y con visión de futuro.
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