¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta el transporte público?
Amos Haggiag: Hay dos desafíos apremiantes que enfrenta la industria del transporte público hoy en día. El primero es la reducción de los usuarios, que en gran parte se debe a la pandemia y que mucha gente está trabajando desde su casa. No necesitan ir al trabajo todos los días, y cuando lo hacen, prefieren ir en vehículos privados. Esto conlleva un aumento del tráfico, aunque en la práctica haya menos personas en la calle, lo que es paradójico. El segundo desafío es la escasez mundial del perfil del conductor. Las causas son una combinación entre la pandemia y las duras condiciones de trabajo que implica este trabajo. Son muchos los conductores que han optado por dejar el transporte público y dedicarse a trabajos de entrega de paquetes o de camiones. Otros se han jubilado con antelación.
Otro reto más importante tiene que ver con las operaciones de autobuses eléctricos. Crear una red de autobuses eléctricos es mucho más complicado que el hecho de reemplazar autobuses diésel por unidades eléctricas. Es necesario un sistema para recargar el vehículo y asegurarte de que los cargadores están situados en los mejores lugares a lo largo del recorrido. Los costes de recarga pueden variar mucho a lo largo del día. Se presenta la cuestión de cuándo hacer la recarga. Por ejemplo, si tengo la batería llena al 60%, pero estoy cerca del cargador y el coste de la electricidad es bajo, ¿recargo ahora o continuo el viaje? Estas son decisiones muy complejas y se necesitan algoritmos y herramientas para tomar las decisiones basadas en datos que permitan decidir dónde ubicar los cargadores y cuándo es mejor cargar el vehículo. Ese es el terreno donde actúa Optibus: nuestros algoritmos ayudan a los clientes a tomar decisiones complejas, como qué porcentaje cargar y cómo combinar autobuses diésel y eléctricos en la misma ruta. Todo esto requiere datos completos y actualizados.
Optibus is proud to partner with @EnelXGlobal! This is an important step in the right direction toward creating fully electric, #zeroemissions mass transit. 🔋🔌🚌
— Optibus (@OptibusHQ) December 13, 2021
Read more here: https://t.co/DD1D7agre2 pic.twitter.com/DtZ8uvdmnN
Pienso que el proceso de electrificación de los autobuses va a ir viento en popa durante los próximos 10 a 15 años, promoviendo en todo el mundo una transición a flotas 100 por ciento libres de emisiones. Estas son oportunidades súper interesantes para todas las partes interesadas, porque todo será más verde y más limpio, y el viaje en sí será más tranquilo.
CEO y cofundador de Optibus
¿Qué le dirías al alcalde de una ciudad que esté pensando en adquirir una flota de autobuses eléctricos?
¿Cómo ves la colaboración entre Optibus y Enel X en operaciones y soluciones de autobuses electricos?
¿Cuál es la importancia de la inversión en el proceso de electrificación? ¿Cómo la ves en cuanto a las soluciones de transporte público de hoy?
¿Cómo puede acelerarse la transición a la electrificación del transporte público?
Valerio Vadacchino: Estamos escuchando muchas declaraciones positivas y muy ambiciosas de muchos gobiernos alrededor del mundo sobre la electrificación de sus flotas para el 2030 o 2040, a más tardar. La teoría es genial, pero no puede quedarse en papel mojado. Necesitamos acción. Las administraciones regulatorias y los gobiernos centrales y locales necesitan emitir licitaciones públicas que realmente alienten a los operadores de transporte público a reemplazar las viejas flotas por otras eléctricas.
Los autobuses eléctricos tienen más vida útil porque tienen menos componentes y el mantenimiento es más barato. Por eso, si abres un concurso público que tenga en cuenta los beneficios de los autobuses eléctricos, significa que la alta inversión económica inicial podrá ser recuperada en el medio o largo plazo. Por lo tanto, los políticos deben actuar rápido. Y, en segundo lugar, los legisladores, los encargados de formular políticas públicas y las instituciones públicas en general deben alentar las colaboraciones público-privadas, en las que las empresas privadas como Enel X, por ejemplo, puedan apoyar a los operadores de transporte público desde un principio.