Los centros de datos y su huella de carbono
Los centros de datos consumen cerca de 200 teravatios hora (TWh) de energía por año, y es probable que su uso aumente cerca de quince veces más para 2030 hasta llegar al 8% de la demanda total de electricidad proyectada. Una cantidad que supera el consumo nacional de energía de algunos países y el 1% de la demanda global de electricidad. La industria de los centros de datos es la responsable de cerca de 0,3% de las emisiones totales de carbono, y el ecosistema de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) que dependen de ellos, incluidos los dispositivos personales, las redes de telefonía móvil y los televisores, representa más del 2% de las emisiones globales, según la revista Nature. La huella de carbono de los centros de datos es, por tanto, un foco de preocupación, dado que el creciente sector de las TIC depende de ellos para poder existir.
Los centros de datos: significado y definición
Un centro de datos es una instalación que alberga computadoras en red, sistemas de almacenamiento, servidores e infraestructura informática que las empresas y otras organizaciones usan para organizar, procesar, almacenar y diseminar grandes cantidades de información en forma de datos. Generalmente incluyen también servicios de distribución de energía y subsistemas de energía complementarios, generadores de respaldo y sistemas de ventilación y enfriamiento, según TechTarget.
Construyendo una estrategia sostenible para los centros de datos
Los centros de datos necesitan una estrategia de descarbonización sostenible para lograr reducir sus emisiones, incrementar su eficiencia energética, gestionar la estabilidad de la red, mantener la resiliencia y hacer frente a los precios volátiles de la electricidad. Una estrategia de descarbonización sostenible generalmente incorpora herramientas digitales para gestionar las emisiones y las facturas de servicios que dan información detallada sobre el gasto energético lo que ayuda a planificar mejor. Como resultado, las empresas pueden identificar la mejor manera de implementar soluciones de flexibilidad, como las soluciones de almacenamiento de energía de batería (BESS), programas de respuesta a la demanda (DR), acuerdos de compraventa de energía verde (PPA), y estaciones de recarga para vehículos eléctricos. La sostenibilidad de los centros de datos depende de muchos factores que van desde la optimización del diseño hasta el nivel operativo. Todo, desde el almacenamiento de energía hasta los paneles solares, se utiliza para reducir el consumo y las emisiones, según Data4.
Centros de datos más verdes dentro de una economía circular
En una economía circular, los desperdicios y la contaminación se han proyectado fuera del modelo económico. De manera que los productos, componentes y materiales se mantienen en circulación, reduciendo la dependencia de materias primas y minimizando el desperdicio residual. Muchos de los principales actores de la industria de los centros de datos han visto en la economía circular (la reutilización, reparación y reciclaje de servidores y equipos eléctricos) una estrategia para volverse sostenibles. De hecho, la economía circular se considera como una de las seis palancas que tienen a disposición los centros de datos para lograr ser climáticamente neutrales para 2030, de acuerdo con el Pacto de centros de datos climáticamente neutrales. La Comisión Europea ha aprovado regulaciones de diseño ecológico para los centros de datos que tienen en cuenta aspectos de la economía circular, como medidas para prolongar la vida útil de los servidores al facilitar su restauración y reutilización.
El futuro de la industria de los centros de datos: cómo construir un mundo más sostenible y eficiente
El futuro de la industria de los centros de datos radica en la sostenibilidad. En Europa, los operadores de centros de datos y las instituciones ligadas a su comercio han acordado hacer que sus instalaciones sean climáticamente neutrales para 2030. Como firmantes del Pacto de centros de datos climáticamente neutrales se han comprometido a demostrar su eficiencia energética con objetivos medibles, comprando energía 100% libre de carbono, priorizando la conservación del agua, reutilizando y reparando sus servidores y buscando nuevas formas de reciclar el calor generado por sus centrales. A medida que el mundo se aleja de los combustibles fósiles, se volverá más dependiente de las redes inteligentes descentralizadas capaces de gestionar la creciente demanda de electricidad junto con el auge de las energías renovables. Por lo tanto, los centros de datos sostenibles del futuro cercano funcionarán con energía limpia proporcionada por redes inteligentes.
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