¿Qué es un hogar autosuficiente?

Un hogar autosuficiente es aquel capaz de producir toda la energía de la que precisa de manera independiente, sin tener que estar a expensas del abastecimiento externo de energía para su funcionamiento. Un hogar energéticamente autosuficiente usa energías renovables; por ejemplo, la solar para el funcionamiento de la calefacción y de la refrigeración de las habitaciones de forma inteligente, así como para la luz y los electrodomésticos. Este enfoque contribuye a limitar las emisiones y a posibilitar la electrificación. ¿Qué tienes que hacer para que tu hogar sea energéticamente autosuficiente? Para lograr este objetivo, hay que elegir una orientación adecuada para la casa. También es necesario tener en cuenta su forma y los materiales de construcción que se han usado, lo que ayuda a maximizar la cantidad de energía producida por los paneles solares y a optimizar su uso. Esta energía también puede ser almacenada a través de sistemas de almacenamiento de energía para que se pueda utilizar cuando sea necesario a lo largo del día. Esto, sumado a los beneficios que se derivan de la tecnología inteligente para hogares, permitirá un uso más eficiente de la energía y minimizará su desperdicio.

Aunque tu casa no haya sido construida siguiendo los estándares de última generación, es posible hacer cambios para convertirla en un hogar autosuficiente a través del uso de energías renovables y reduciendo el desperdicio de estas.

La clave para lograr una eficiencia energética plena es que todos los electrodomésticos estén alimentados por la energía que es producida por la propia casa. De manera que, la electrificación total de las necesidades de un hogar es un requisito previo fundamental para poder lograr la autosuficiencia. Esto permite, además, alcanzar la máxima sostenibilidad mientras se reducen los costes. Se puede lograr cambiando las cocinas y las calderas tradicionales de gas por placas de inducción y bombas de calor. Para mejorar aún más la eficiencia energética de su hogar, debes optar por electrodomésticos de clase A o superiores, y usar lámparas LED de bajo consumo.

Para limitar el derroche de energía es importante aislar correctamente la vivienda. Esto permite restringir la dispersión del calor durante el invierno y mejorar la eficiencia de la refrigeración durante el verano. Otras opciones disponibles son la instalación de un sistema de aislamiento térmico, o el cambio de los dispositivos de iluminación antiguos por otros de nueva generación.

Un hogar autosuficiente también reduce los costes relacionados con el consumo de energía, sin tener que sacrificar la comodidad. Al electrificar el consumo se puede eliminar la necesidad de usar gas. No sólo eso, si la mayor parte de la energía es producida a partir de fuentes renovables y, además, es debidamente almacenada, los usuarios quedan protegidos de las posibles fluctuaciones repentinas de los precios (este es sin duda un aspecto clave, sobre todo, en estos momentos). Con estas mejoras, el valor monetario de la propiedad también aumentará.

 

Vivir en un hogar autosuficiente es una ventaja, no solo para su bolsillo, sino también para el medio ambiente. Un hogar de nueva generación reduce de manera drástica las emisiones de CO2 y minimiza la huella de carbono doméstica total.