Junto a sus socios europeos, Enel X promueve una cadena circular de suministro en la que las baterías agotadas pueden reciclarse al final de su vida útil. Al tener un paso intermedio, o una ‘segunda vida’, entre su uso en la movilidad eléctrica y su reciclaje, se optimizan los costes a lo largo de la cadena de suministro y, de consecuencia, se abaratan los coches eléctricos. Por último, pero no menos importante, es una opción sostenible en tres aspectos: bueno para el medioambiente, la empresa y la comunidad.