En Estados Unidos, el riesgo de no tener autonomía suficiente entre una recarga y la otra, constituye todavía una preocupación relevante para los automovilistas, a pesar de la actualización constante de las baterías, cada vez más eficientes y con mayor capacidad. De acuerdo con las estimaciones de Navigant Research, una plataforma de análisis dedicada al mercado mundial de las tecnologías limpias, los vehículos eléctricos estadounidenses ascenderán a 8,5 millones antes de 2020. Una cantidad que esperamos alcanzar, e incluso sobrepasar, gracias al programa Electrify America que se concentra en 17 áreas metropolitanas de gran importancia como Boston, Houston, Miami y Nueva York, y que plantea promover la instalación de puntos de recarga en lugares críticos como escuelas, aparcamientos, campus empresariales y residenciales.