Cómo los e-cars pueden apoyar la red energética
¿Se puede contribuir a la red eléctrica mientras se recarga la batería de un vehículo aparcado? ¡Sí, es posible! Lo demuestra el proyecto experimental EUDP (Programa de Demostración y Desarrollo Tecnológico de la Energía) Parker presentado recientemente en la Universidad Técnica danesa (DTU, por sus siglas en inglés) de Risø. Mientras los e-cars están aparcados, contribuyen a la red eléctrica gracias a la innovación tecnológica Vehicle-to-Grid (V2G), revolucionando el concepto de automóvil. Los vehículos eléctricos son el presente de la movilidad ecológica sostenible, transformándose en un soporte activo para estabilizar la red eléctrica a gran escala y sin comprometer las prestaciones del coche.
Baterías de los coches, almacenamiento de energía móvil
Desde el 2016 se han desarrollado varias fases experimentales en las estructuras de prueba del proyecto en la DTU de Risø. Estas han incluido los puntos de recarga Enel X V2G y algunos ejemplares de vehículos eléctricos nuevos en el mercado que ya disponen de la tecnología V2G integrada. En el campus danés se testaron la tecnología y la distribución del servicio a la red eléctrica y, por primera vez, la experimentación se realizó en varios modelos de coches con baterías de diferentes dimensiones. Sin ninguna duda, la protagonista de las pruebas fue la regulación de frecuencia (FCR), el servicio con el potencial más alto de ganancias de todo el proyecto pero, al mismo tiempo, el más complejo de perfeccionar. La FCR se probó en la flota comercial de diez vehículos eléctricos de la Frederiksberg Forsyning, que permanecieron conectados durante más de 12.000 horas a la red principal, contribuyendo a que la frecuencia se mantuviera constantemente en 50 hercios.
Los socios comerciales que trabajan con la Frederiksberg Forsyning recibieron a cambio una remuneración económica por haber puesto a disposición las baterías de los coches aparcados. Para que los coches sean competitivos a nivel comercial, deben satisfacer el requisito de velocidad de los 5-7 segundos, en los que deben responder tempestivamente a los pedidos de la red. Gracias a estas recientes innovaciones tecnológicas y a los nuevos servicios, que permiten utilizar la batería de los vehículos como un depósito de energía móvil, un e-car puede prevenir una eventual sobrecarga de la red.
Tecnología V2G y e-Mobility para las masas
Los resultados registrados por Parker favorecen el camino hacia una difusión masiva del motor eléctrico. Las pruebas realizadas en vehículos con tecnología V2G que actualmente se encuentran en comercio demuestran que el binomio “automóvil” y “soporte a la red” es el presente de la movilidad. Por ejemplo, en Dinamarca hay varios modelos eléctricos capaces de sostener el servicio Vehicle-to-Grid, algo que supone una interesante oportunidad tanto para los fabricantes de coches eléctricos como para los operadores de red.
Construir un futuro más limpio
Para poder garantizar una mayor producción y una mayor posibilidad de compra y difusión de coches eléctricos, es necesario que se promulguen ciertas normas que ayuden a las industrias automovilísticas a estandarizar la producción de vehículos eléctricos capaces de suministrar servicios a la red, haciendo que lo que hoy es innovación, mañana sea práctica habitual. Por ello, el proyecto Parker definió las llamadas “Grid Keys”, es decir, las características claves que los e-cars deben necesariamente tener a bordo para que puedan convertirse en coches ecológicos e inteligentes, además de una valiosa ayuda para la red eléctrica y un aliado de la sostenibilidad ambiental. La próxima meta es hacer que estas “Grid Keys” sean un estándar europeo para así garantizar una difusión extendida de la tecnología V2G. Si se concibe un coche con estas características, no solo será un vehículo para viajar o desplazarse, sino también un medio para contribuir a la construcción de un futuro más limpio.